Debido a su uso castrense no es posible la libre visita de la Isla de Tambo
Situada en el ombligo de la Ría de Pontevedra, solo se
puede acceder a ella con la pertinente autorización de la Escuela Naval Militar
de Marín.
La Armada española, y por
delegación la Escuela Naval de Marín, advierten mediante carteles de la
prohibición de desembarcar y acceder a la Isla de Tambo, una isla por tanto
poco conocida con forma de huevo y cubierta de arboleda en el centro de la Ría
de Pontevedra. Por su carácter militar desde antes de la mitad del siglo pasado
es un enclave estratégico desprovisto del arraigo popular de otras islas
gallegas.
La isla de Tambo, con una
superficie que alcanza escasamente la tercera parte de un kilómetro cuadrado,
está a mitad de camino entre Marín y Poio, municipio éste al que pertenece. Entre
sus señas de identidad se encuentra un faro, Faro do Tenlo, una masa arbórea
compuesta mayoritariamente de eucaliptos, dos playas y tres embarcaderos.
Aunque se conservan algunas construcciones, la mayor parte en ruinas,
formalmente está deshabitada. En la Edad Media se construyó el monasterio
benedictino de Santa María de Gracia fundado por San Fructuoso, que fue
arrasado en una de las incursiones a estas tierras del pirata Francis Drake. Posteriormente,
antes de dar paso a su carácter militar, albergó una leprosería.
Es una lástima que, a falta de un
uso efectivo por parte del Ministerio de Defensa, no haya podido ser integrada
en el Parque Natural das Illas Atlánticas como sería lo lógico. El caso es que
la reclamación judicial de unos presuntos propietarios de parte de la isla,
herederos de Montero Ríos, hacen inviable, hasta que se resuelva el pleito, un
posible traspaso de su titularidad del Estado a la Xunta de Galicia, lo cual
paraliza cualquier intervención medioambiental en este sentido.
Foto: Faro do Tenlo. / juantiagues
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