Lyngor está reconocido como uno de los lugares mejor conservados de Europa
Es un pequeño pueblo en un grupo de pequeñas islas frente a la costa
sureste de Noruega, al que solo es posible acceder en barco, con
coloridas casas de madera.
Lyngor es uno de los destinos turísticos más populares en la
costa sureste de Noruega y visitar este lugar en verano es como una
terapia para el alma. El archipiélago está formado por un grupo de
pequeñas islas accesible sólo por barco, sin coches, y con un pintoresco
puerto jalonado de coloridas casas de madera con un encanto especial y
muy bien conservadas, en el que viven unos 80 residentes permanentes.
El archipiélago consta de cuatro islas: Lyngoya, la más grande y más
alejada de la costa, Holmen y Odden, más hacia el interior, y Steinsoya,
al oeste. Estas islas históricamente fueron utilizadas como tierras de
pastoreo por los agricultores continentales hasta que en el siglo XVIII
se constituyen asentamientos marineros y se empiezan a construir casas
al lado del mar. En el año 1812 sus costas fueron escenario de una
sangrienta batalla naval entre la armada inglesa y la coalición
noruego-danesa que terminó con la victoria británica al hundir el
emblemático buque coaligado “Najaden”.
Actualmente los visitantes y residentes veraniegos gozan en Lyngor de
un maravilloso y tranquilo refugio, un sitio donde relajarse a través
de los estrechos senderos rodeados de fragantes jardines, donde en otro
tiempo hubo frondosos bosques, y casas pintadas con vivos colores y
vallas blancas.
Foto: Lyngor. / Sigurtor Holm
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