En la concha de la vieira está impreso el mapa de los Caminos hacia Santiago
Si los que peregrinan a Roma o Jerusalén son romeros o
palmeros, justo es llamarle a los que peregrinan a Santiago concheiros por lo
que simboliza la vieira para ellos.
Para hablar de las Conchas de Santiago primero hay que
hablar de las diferencias entre vieira, zamburiña y volandeira. Los tres son moluscos
bivalvos, la zamburiña tiene una sola oreja, es alargada y de color amoratado;
la volandeira tiene dos orejas desiguales, es redondeada y de color anaranjado;
y la vieira es más grande, con dos orejas iguales, redondeada y de color
blanco.
Ahora ya podemos decir que la concha de la vieira es
la elegida para representar el símbolo más emblemático del Camino de Santiago.
Desde antiguo esta concha acompañó a los peregrinos como un utensilio
decorativo prendido de su capa, sombrero o bastón, y también práctico, a modo
de tazón para tomar agua de las fuentes o arroyos y recipiente para recibir los
alimentos donados en las iglesias y albergues. También servía de recuerdo y
testimonio de haber realizado la peregrinación a Santiago.
Su relación con el Camino está salpicada de leyendas.
Como la que dice que, a causa de una tormenta, el cuerpo sin vida del Apóstol
se perdió en el mar para ser devuelto a la costa impoluto y cubierto de
vieiras. O la que cuenta como cuando el barco que transportaba los restos de
Santiago se acercó a tierra en un lugar donde se estaba celebrando una boda
asustando al caballo del novio que se sumergió con él en el agua arrastrado por
una ola para que más tarde, de forma milagrosa, ambos salieran del agua vivos y
cubiertos de conchas de vieira. También se dice que las estrías de la concha de
vieira representan los diferentes caminos que, procedentes diversos orígenes,
convergen en el mismo destino: Santiago de Compostela.
Foto. Doña Concha de Vieira. / Maite
Figueira
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