Un istmo arenoso conecta la Praia do Santo con la Isla de San Clemente
Cuando la marea está baja se puede acceder andando a
este islote de la ría de Pontevedra y
contemplar las ruinas de una capilla cuya historia nos remonta a la Edad Media.
Si la Ría de Vigo tiene una isla, San Simón, a la que
cantaban trovadores medievales como Martin Códax, la de Pontevedra, por no ser
menos, acoge la de San Clemente a la cual, más o menos por la misma época, Nuno
Treez le dedicaba la siguiente cantiga: "San Clemenço do Mar, / se mi d'el
non vingar, / non dormirei, / San Clemenço señor. / Se vingada fôr, / non
dormirei. / Se mi d'el non vingar, / do fals' e desleal, / non dormirei. / Se
vingada non fôr / do fals'e traedor / non dormirei."
La Isla de San Clemente, conocida también como Illa do
Santo do Mar, es apenas un islote que comparte vecindad con el Illote Pinela,
lindando con el margen sur de la ría de Pontevedra, en el municipio de Marín,
desde cuya costa se puede acceder a ella caminando sobre un istmo arenoso
cuando toca la bajamar. Debe su nombre a que la reconquista de Sevilla se
culminó el día de San Clemente de 1248 con la destacada participación del
almirante pontevedrés Paio Gómez Charino, el cual de regreso recaló en esta
isla de la parroquia de Ardán, en la que se construyó una capilla en honor al
Santo de cual aún se conservan sus ruinas, aunque presumiblemente éstas sean de
una construcción posterior.
Es una isla de titularidad privada, pretendida por la
Administración Pública sin llegar a un acuerdo económico con sus actuales
propietarios, “Os de Nores”, herederos de Antonio Piñeiro, que accedió a su propiedad
hace más un siglo saldando un foro de alquiler de tierras.
Foto: Isla de San Clemente. / Fco. Javier Lesende
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