Una foto de Ayers Rock al atardecer representa e identifica a Australia
Ayers Rock, también conocido como Uluru, está considerado como uno de
los iconos naturales de Australia, ubicado en el parque Tjuta Nacional
Uluru-Kata, en la parte central del país.
A unos 400 kilómetros al suroeste de Alice Springs, coincidiendo casi
con el centro geográfico de Australia, surge como si estuviera saliendo
del interior de la tierra Ayers Rock, llamado por los aborígenes Uluru,
una de las grandes maravillas del mundo y uno de los iconos naturales
identificativos de Australia. Es una fascinante formación rocosa de
forma oval, el segundo mayor monolito del mundo, con 3,6 kilómetros de
largo por 2 de ancho, con un perímetro de 9 kilómetros y medio y una
altura de unos 350 metros.
Ayers Rock es un lugar sagrado para los habitantes del lugar y tiene para ellos una simbología muy particular, ya que lo consideran el origen de todo lo conocido y están convencidos de que es el ombligo del mundo. En la zona existen gran cantidad de cuevas con pinturas de los aborígenes que son lugares sagrados, muchos de ellos cerrados al público. Cada grieta, cavidad, orificio, saliente o mancha de humedad en la mole de Uluru tiene su significado asociado a un relato, una fábula o una canción. En algunas zonas de la roca el pueblo Anangu pide que no se tomen fotografías y es fácil encontrar carteles que piden respeto al turista, en especial a los que van dispuestos a practicar escalada.
Su mayor esplendor se descubre en las salidas y puestas de sol, adquiriendo gran espectacularidad por los cambios de color e iluminación. Es una característica fascinante para todos los visitantes, los colores siempre cambiantes de Ayers Rock al atardecer y al amanecer, que son un espectáculo sublime.
Foto: Ayers Rock. / RR SS
Mundiario
Ayers Rock es un lugar sagrado para los habitantes del lugar y tiene para ellos una simbología muy particular, ya que lo consideran el origen de todo lo conocido y están convencidos de que es el ombligo del mundo. En la zona existen gran cantidad de cuevas con pinturas de los aborígenes que son lugares sagrados, muchos de ellos cerrados al público. Cada grieta, cavidad, orificio, saliente o mancha de humedad en la mole de Uluru tiene su significado asociado a un relato, una fábula o una canción. En algunas zonas de la roca el pueblo Anangu pide que no se tomen fotografías y es fácil encontrar carteles que piden respeto al turista, en especial a los que van dispuestos a practicar escalada.
Su mayor esplendor se descubre en las salidas y puestas de sol, adquiriendo gran espectacularidad por los cambios de color e iluminación. Es una característica fascinante para todos los visitantes, los colores siempre cambiantes de Ayers Rock al atardecer y al amanecer, que son un espectáculo sublime.
Foto: Ayers Rock. / RR SS
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