viernes, 15 de julio de 2016

Laguna de Doniños


A veces la laguna de Doniños se abre paso hasta el mar a través de las dunas

Cuenta la leyenda que bajo sus aguas se encuentra una ciudad que acabó sumergida por castigo divino debido a la maldad de sus habitantes que eran unos paganos e idólatras.

A lo largo y ancho de este mundo existen muchas leyendas y hechos constatados sobre ciudades que, a día de hoy, se encuentran bajo el agua. Está la famosa Atlántida, que todavía no se ha encontrado, y otras que realmente acabaron sumergidas por diversas causas, como Pavlopetri (Grecia) que se fue a pique por un terremoto hace más de 3.000 años, Puerto Real (Jamaica) que la tragó la arena en 1962 y todavía sigue hundiéndose, o la ciudad del León (China) sepultada intencionadamente en 1959 bajo la presa construida en el río Xin’an.

En Galicia también tenemos nuestras leyendas de ciudades sumergidas, como la que se asocia a la laguna de Doniños, que está situada cerca de Ferrol. Esta laguna se comunica con el mar a través de  una cambiante barrera arenosa formada por varias dunas que le permiten interactuar con él, formando un ecosistema rico en diversa flora y fauna, tanto acuática como terrestre. Tiene una forma ovalada, con una superficie en torno a los 2 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de 11 metros.

En el lugar que hoy se encuentra la laguna, cuenta la leyenda que en otro tiempo se asentaba la ciudad de Valverde, cuyos habitantes eran crueles paganos. Este fue el panorama que se encontró la Virgen María cuando llegó al lugar con su Hijo en brazos, por lo que buscó refugio en lo alto de un monte cercano, donde vivía la única familia cristina del lugar que la acogió con gran cariño, si bien el cabeza de familia se encontraba ausente en la ciudad. Al irse la Virgen el buen hombre salió precipitadamente de la ciudad camino de su casa, persuadido por una visión que le alertaba de un grave peligro para su mujer e hijos. Llegado a casa, encontró a su familia sana y salva pero al volver la vista, alertado por un gran estruendo, observó cómo la ciudad se hundía y era tragada por las aguas para siempre, con todos sus habitantes.

Foto: Laguna de Doniños. / aquemarropa



No hay comentarios:

Publicar un comentario