En Kauai (Hawaii) miles de pollos salvajes tienen un estilo de vida propio
Están por todas partes comiendo de la basura, alimentados por turistas o
buscando insectos, alegrando a unos por sus vistosos colores o
detestando a quién no soporta sus cantos intempestivos.
Kauai pasa por ser la isla más hermosa de Hawaii, un lugar con
localizaciones para el rodaje de exteriores de muchas películas y series
de televisión. Parque Jurásico se rodó aquí y también se filmaron escenas de la serie Perdidos o de películas como En busca del arca perdida y King Kong.
Como no podía ser de otra forma, al igual que el resto de sus
hermanas hawaianas, la isla de Kauai es de origen volcánico con una
orografía pronunciadamente montañosa que hace que sea uno de los lugares
más húmedos de la Tierra, agraciado con una eterna primavera. La
erosión debida a la alta pluviosidad ha dado origen a profundos valles
de frondosa vegetación entre altas montañas, formando cañones y
numerosas cascadas; de ahí que sea conocida como la Isla Jardín. Kauai tiene una superficie de 1.456 kilómetros cuadrados y una población de unos 70.000 habitantes.
Pero Kauai encierra un misterio sobre otra parte de sus habitantes.
Carentes de depredadores naturales miles de pollos salvajes se han
adueñado de la isla y deambulan libremente por la misma, creciendo su
población a un ritmo alarmante y convirtiéndose en una atracción
turística. Estos pollos son descendientes directos del gallus gallus,
un ave galliniforme procedente del sudeste asiático, mucho más
resistente que la gallina doméstica, introducidos en la isla por los
polinesios hace al menos 800 años. Lo que puede parecer un problema se
convierte en oportunidad y esta característica está siendo valorada por
los científicos para que, por medio de cruces, se pueda mejorar la raza
del pollo de granja.
Foto: Gallo silvestre en Kauai. / Kauai Blog
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