Un desequilibrio ecológico provocó que las arañas se apoderasen de Guam
La isla de Guam, destacamento militar estadounidense y destino
predilecto del turismo japonés, alberga una superpoblación de arañas
como consecuencia de la desaparición de las aves nativas predadoras.
Guam, una isla de 550 kilómetros cuadrados situada en el Pacifico
occidental y con una población cercana a los 200.000 habitantes, es un
territorio “no incorporado” perteneciente a Estados Unidos, en proceso
de descolonización. Es la mayor y la más meridional de las Islas
Marianas. Desde que fue descubierta por Magallanes, cuando en 1521 daba
la primera vuelta al mundo, perteneció al imperio español hasta que, en
el desastre de 1898, tuvo que ser entregada a Estados Unidos.
La economía de Guam se sustenta en la industria del turismo y en los
ingresos procedentes de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Es un
destino turístico muy popular, especialmente para los turoperadores
japoneses Aunque su capital es Agaña, la ciudad de Tumon es el centro
turístico por excelencia, con numerosos y grandes hoteles, varios
centros comerciales al estilo de Las Vegas, un acuario y siete campos
de golf. Y para los que huyan de bullicio el sur de la isla ofrece un
ambiente más relajado, pueblos con encanto, impresionantes cascadas y
playas inmaculadas.
Sin embargo también tiene su lado oscuro. En la década de 1940
algunas serpientes arbóreas llegaron de forma accidental a la isla de
Guam que, hasta entonces, gozaba de un ecosistema regularmente
equilibrado, pero la proliferación de esta invasora provocó uno de los
desastres ecológicos más singulares. En pocos años las serpientes
diezmaron la mayoría de las aves nativas que se alimentaban de arañas.
Con la práctica extinción de las aves insectívoras la población de
arañas se multiplicó por 40 y en algunos lugares de la selva de Guam las
telas de araña son tan espesas que forman un imponente dosel sobre en
la misma.
Foto: Megahoteles en Tumon. / xhowardlee
Mundiario
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