La isla Tashirojima constituye un santuario donde los gatos son los reyes
Es conocida como "Isla del Gato" porque estos felinos son los
principales residentes de la misma, ya que los lugareños persiguen la
buena suerte cuidando de ellos en libertad.
En el océano Pacífico, al norte de Tokio y frente a la península de
Oshika, se encuentra la pequeña isla de Tashirojima, una isla de poco
más de 3 kilómetros cuadrados habitada por un centenar de personas, en
su mayoría de avanzada edad, y una nutrida colonia de gatos callejeros
que ha prosperado al amparo de la creencia popular de que alimentarlos
en libertad tendrá como consecuencia riqueza y buena fortuna.
Los gatos viven mayoritariamente en libertad siendo tratados como
reyes porque mantenerlos como mascotas se considera inapropiado. La
población humana ha ido mermando en los últimos años en la misma
proporción que crecía la de los felinos, siendo los actuales residentes
verdaderos protectores de los gatos. Huelga decir que, para no perturbar
la tranquilidad gatuna, los perros no están permitidos en la isla y si
algún can se aventurase tendría que ser lo suficientemente tonto como
para adentrarse en un lugar lleno de gatos callejeros.
En el pasado los isleños se dedicaban a cría de gusanos de seda y se
fueron dotando de gatos para mantener a raya la población del principal
depredador natural de los gusanos de seda: el ratón. Posteriormente la
principal actividad de la isla sería la pesca, con lo que los gatos
andaban tras los, pescadores pidiendo desechos de pescado. Los
pescadores desarrollaron un especial cariño por los gatos a los que
observaban de cerca, interpretando sus gestos y acciones como fuentes de
predicción del clima y de las posibilidades de pesca. Finalmente los
gatos pueden terminar trayendo la suerte a la isla en forma de turismo
ya que se ha convertido en una atracción para viajeros curiosos.
Foto: Santuario del gato en Tashirojima. / hirano_sui
Mundiario
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