Cefalonia

Cefalonia, una isla de contrastes, que tiene mucho que ofrecer al visitante

Esta isla griega es famosa por sus playas exóticas de arena blanca y el encanto de sus pueblos costeros, ideal para unas vacaciones en familia o para una escapada romántica.

Cefalonia es la mayor de las islas griegas del mar Jónico, con una superficie aproximada de 940 kilómetros cuadrados y una población que ronda los 40.000 habitantes, con capital en la hermosa población de Argostoli. Se encuentra frente a la entrada del golfo de Patras, alejada unos 30 km de la costa del Peloponeso, y rodeada de las islas de Ithaca, Zante y Lefkas.

En esta isla de contrastes se puede gozar de las puestas de sol en la bahía de Mirtos, con aguas de color turquesa y playas de arena blanca y suave, subir al monte Enos cuyas laderas están cubiertas de altos abetos, o caminar por llanuras repletas de olivos, naranjos o viñedos. Optar por playas doradas o calas recónditas rodeadas de costa rocosa y escarpada. Visitar sus afamadas cuevas como la de Melissani, que en realidad es un lago subterráneo parcialmente descubierto, o las de Drogorati, con inusuales estalactitas, y Drakena. Explorar la isla es fácil gracias a una buena red de carreteras que la cubre en su totalidad.

Toda la isla es un lugar de belleza infinita. Argostoli, la capital, es una noble ciudadela con coquetas plazas, calles empedradas, un centro peatonal con mucho encanto, numerosas cafeterías y abundantes tiendas, y un puente de piedra, el Drapano, muy socorrido para paseos románticos, sobre todo por la noche. La segunda población en importancia es Lixouri; que alberga importantes eventos culturales y está rodeada de una pintoresca franja costera. Fiskardo, con el colorido de sus casas y el de los barcos de pesca es uno de los puntos más bonitos de la isla. En Assos se encuentra un castillo veneciano, con una vista impresionante desde sus murallas, especialmente al atardecer. Cefalonia es esto y mucho más.

Foto: Argostoli y puente Drapano. / Apostolos Dulias

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