Viajar a California por carretera resulta excitante tomando la mítica Ruta 66
La Ruta 66, ideada por Cyrus Avery en 1926 y considerada la calle
principal de América, era el camino más directo para viajar por
carretera de Chicago a Los Angeles.
A mediados del siglo XIX, motivado especialmente por la fiebre del
oro, miles y miles de personas buscaban rutas hacia California. Primero
se crearon corredores para carretas, posteriormente llegaría el
ferrocarril. Con el tiempo y la irrupcióndel automóvil, una de las
vías principales al oeste se convertiría en el germen de la Ruta 66, que
comenzó a construirse en 1926 con dos carriles de hormigón, una
carretera de 4.000 kilómetros desde Chicago a Santa Mónica (Los
Angeles).
La Ruta 66 es una de las vías más famosas de todo el mundo y se ha
convertido en un icono de la cultura y la historia de Estados Unidos.
Actualmente gran parte de la antigua carretera ha sido solapada por las
modernas autopistas y carreteras interestatales, pero muchos de los
pueblos y ciudades a lo largo de la misma han protegido el patrimonio de
la Ruta 66. Así moteles, gasolineras y restaurantes a lo largo del
camino han mantenido sus luces de neón y el modo de proporcionar una
visión de la vida en carretera de mediados del siglo XX.
Descatalogada desde 1985, la Ruta 66 se mantiene viva gracias a
viajeros de todo el mundo, especialmente amantes de las motos, que
buscan encontrarse con la América auténtica que inspira sueños y
esperanzas, dejándose llevar por una mezcla de nostalgia e historia.
Resulta una experiencia vital para aventureros, desesperados y
soñadores, un viaje por carretera sin término de comparación, con
moteles vintage, gasolineras restauradas y pueblos que parecen
congelados en el tiempo.
Foto: La Ruta 66 al paso por Oatman, Arizona. / Vicente Villamón
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